Mis acompañantes de este viaje

Mis acompañantes de este viaje

Desde que empecé a documentar mis proyectos en mi cuaderno de campo, Fika, me he dado cuenta de que construir productos no es solo una cuestión de ideas o de código, sino de tener una metodología clara. Y para mí, esa metodología se apoya siempre en el mismo ciclo: identificar, idear, construir e iterar. Es un proceso que se repite una y otra vez, como un bucle que se retroalimenta continuamente gracias a la información que recojo en cada paso. Identificar: afinar el radar Todo empieza por detectar que existe algo que no encaja: un vacío, una fricción, un problema que merece ser resuelto. Ese “click” puede venir de una conversación, una noticia, algo que veo en redes o una intuición que se repite. Para no perder nada, capturo todo en Obsidian o en un grupo privado de WhatsApp que uso como bandeja de entrada rápida. Esta fase consiste, sobre todo, en estar despierto, observar y filtrar qué retos tienen suficiente sentido como para dedicarles tiempo. Ideación: abrir posibilidades antes de cerrarlas Cuando tengo el reto bien delimitado, empiezo a explorar posibles caminos. Aquí uso Claude, Gemini, Grok o ChatGPT como si fuesen una especie de “mesa de ping-pong de ideas”. Contrasto lo que dice uno con otro, hago pequeñas revisiones cruzadas y voy quedándome con lo que resuena. Toda esa materia prima la vuelco en Obsidian, que acabo usando como mi fuente de verdad. Esta fase es donde aparece la claridad: no porque surja una idea brillante, sino porque elimino las que no encajan. Construcción: bajar a tierra con orden Cuando ya sé qué quiero construir, toca elegir las herramientas adecuadas. Código: Claude Code Producto web: Gemini RRSS y comunicación: Grok o ChatGPT No sé muy bien por qué, pero es la combinación que me funciona. La clave no está tanto en qué IA uso para cada cosa, sino en cómo preparo el terreno antes de empezar a construir. Ahí es donde entran los guardarraíles: una serie de archivos .md que actúan como la base de cada proyecto. Cuando empiezo algo nuevo, creo una carpeta en Obsidian con varias piezas que funcionan como “skills” o módulos de contexto. Cada una tiene un propósito concreto y la IA las usa para entender cómo debe trabajar conmigo. Son instrucciones claras, casi como si fuesen piezas de un manual que puedo reutilizar en todos mis proyectos. Cómo organizo estas “skills” y archivos .md 1. Normas del proyecto Un archivo donde dejo claro cómo quiero que la IA trabaje conmigo en ese proyecto. Por ejemplo: Tono que debe usar Qué estructura deben seguir las respuestas Qué debe evitar Cómo tiene que documentar cada paso Qué convenciones de código aplicamos. Esto evita que cada respuesta sea diferente y estabiliza el proceso. 2. Contexto funcional Aquí describo lo esencial del proyecto: Da igual si es una web, un bot o una herramienta interna; documentar el contexto antes de pedirle nada a la IA facilita todo. Qué problema resuelve para quién qué decisiones ya están tomadas qué cosas son innegociables Arquitectura y decisiones técnicas: Un .md donde guardo: la estructura actual del proyecto el stack concreto patrones de diseño endpoints, si existen naming conventions cualquier decisión técnica que no quiero perder Por qué hago todo esto Porque trabajar con IA sin contexto es como pedir una casa sin planos: puede salir algo, sí, pero casi nunca es lo que querías. Estos .md funcionan como la fuente de verdad. Y cuando combino esto con la fase de iteración (datos, analíticas, feedback real), el bucle se vuelve aún más potente. Porque cada cambio que hago en el producto se refleja también en estos archivos, haciendo que la IA trabaje siempre sobre la versión más actualizada del proyecto. Iteración Construir no termina cuando publicas algo: empieza ahí. Recojo todo lo que ocurre a través de herramientas como Google Analytics, Search Console o cualquier dato que me pueda dar pistas sobre lo que está funcionando y lo que no. Información → análisis → mejora → nueva información. Concluyendo Mi forma de construir no es lineal: es un circuito… y sobre todo es un circuito en constante cambio. Un circuito que aprende cada día y que mejora en función de lo que tiene delante y de lo que pasa y de lo que otras personas comparten en internet. La mayor fuente de inspiración y de mejora que tengo ahora está al alcance de todos. Sólo hay que saber donde mirar. Gracias por leer. Gonz.

Dec 06